Las sillas ergonómicas están diseñadas para ayudarlo a sentarse cómodamente durante largos períodos de tiempo mientras trabaja. Son más ajustables que las sillas de oficina estándar y le permiten personalizar el ajuste a su cuerpo o preferencias de asiento. Estas sillas pueden mejorar su productividad y mejorar su satisfacción laboral, pero también reducirán su riesgo de lesiones musculoesqueléticas como el dolor de espalda. Hay 5 razones por las que debes usar sillas ergonómicas reducirán su dolor de espalda.
1. Apoye la postura adecuada
La razón más importante por la que las sillas ergonómicas mejorarán su dolor de espalda es que están diseñadas para apoyar su postura natural y reducir las fuerzas estresantes en su cuerpo. Los respaldos de las sillas suelen ser de longitud completa y se extienden desde los hombros hasta el asiento. Hay una sección en la parte inferior de la espalda que se curva ligeramente hacia adelante para coincidir con la curva natural de la columna lumbar. Esto a menudo se denomina soporte lumbar, ya que ayuda a proteger la columna lumbar.
Los reposabrazos ajustables sostienen el codo y los antebrazos mientras los brazos cuelgan naturalmente a los lados. Esto le permite usar su teclado y mouse sin causar fatiga muscular en los hombros y brazos. Ajustar la altura del asiento le permite sentarse con los pies apoyados en el suelo y las caderas y las rodillas flexionadas aproximadamente noventa grados. Algunas sillas ergonómicas tienen respaldos que se pueden mover hacia adelante o hacia atrás para acortar la profundidad del asiento y evitar que el borde delantero corte la parte posterior de las rodillas.
2. Alineación adecuada de cadera y pelvis
Una causa común de dolor lumbar al estar sentado es la alineación incorrecta de las caderas y la pelvis. Piense en la parte superior de la pelvis como un plato de sopa que debe mantenerse nivelado para evitar que se derrame hacia adelante o hacia atrás. Al sentarse en la posición correcta, las estructuras óseas de los huesos pélvicos llamadas ASIS y PSIS deben estar niveladas entre sí. El ASIS y el PSIS se encuentran en la parte delantera y trasera de los huesos pélvicos, respectivamente. Cuando estas estructuras óseas estén niveladas, su espalda baja debe tener un ligero arco con la parte convexa hacia adelante.
Si el ASIS y el PSIS están nivelados, el “cuenco” está nivelado y hay menos tensión en la zona lumbar. Si se balancea de lado a lado, debe sentir presión sobre las estructuras óseas llamadas tuberosidades isquiáticas.
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Estos también se denominan huesos del asiento, o huesos del asiento, porque se supone que son la parte de la pelvis que soporta el peso al sentarse. Si alguna vez se ha sentado en un banco duro, lo más probable es que haya sentido sus tuberosidades isquiáticas presionando contra la superficie dura.
Muchos de nosotros tendemos a sentarnos con la pelvis inclinada hacia atrás en una posición llamada inclinación pélvica posterior o sentado sacro. En esta posición, el PSIS es más bajo que el ASIS y soportamos más peso en el sacro que en las tuberosidades isquiáticas.
A medida que la pelvis se inclina hacia atrás, la columna lumbar se flexiona, lo que provoca una mayor tensión en los ligamentos y músculos de la zona lumbar. El asiento sacro también conduce a una presión más posterior sobre los discos lumbares. Cuando te sientas en esta posición y te apoyas en el respaldo de la silla, se crea un efecto de hamaca en la columna lumbar.
3. Evite la postura de la cabeza encorvada y hacia adelante
Cuando se sienta con una inclinación pélvica posterior (sentado en posición sacra), la columna lumbar se flexiona y los hombros se mueven hacia adelante creando una postura encorvada. En esta posición, los omóplatos se alejan de la columna torácica y la cabeza se mueve hacia adelante o hacia una posición prolongada.
Al mirar hacia arriba para ver el monitor de la computadora, su cuello se extiende y exagera aún más la postura de la cabeza hacia adelante. Esto puede provocar protección muscular, dolor y dolores de cabeza si continúa trabajando en esta posición.
El encorvamiento puede ser causado por factores internos y externos. Los factores internos incluyen un rango limitado de movimiento de flexión de la cadera, isquiotibiales tensos, obesidad y músculos débiles del tronco (núcleo) que no pueden mantener la columna en posición vertical contra la gravedad.
Los factores externos son los que están fuera de su cuerpo, como las limitaciones del diseño de la silla. Estos incluyen la profundidad del asiento demasiado larga o corta, el respaldo demasiado vertical y los reposabrazos demasiado bajos.
Es posible que las sillas ergonómicas no puedan cambiar sus limitaciones internas, pero están diseñadas específicamente para corregir los factores externos. La profundidad del asiento ajustable y el contorno del respaldo apoyan la columna lumbar, evitan que se encorve y promueven sentarse en la posición adecuada. Algunas sillas también le permiten ajustar el ángulo o la inclinación del respaldo. El uso de una silla ergonómica correctamente ajustada evitará que la cabeza se encorve y se coloque hacia adelante.
4. Reducir la necesidad de flexión repetitiva del tronco
Un efecto secundario de sentarse con una mala postura en una silla de escritorio estándar es la necesidad de flexión repetitiva del tronco. Cuando se sienta en una posición encorvada, puede tener dificultades para alcanzar cosas en su escritorio sin inclinar el tronco hacia adelante.
Lo más probable es que esto ocurra varias veces durante el día y hará que le duela la espalda baja. Sentarse en una silla ergonómica con un buen respaldo le anima a sentarse más erguido. Esto debería permitirle alcanzar todo lo que se encuentra en su estación de trabajo sin inclinarse hacia adelante y ejercer presión adicional sobre su espalda baja.
5. Mayor comodidad
Muchas sillas ergonómicas están fabricadas con materiales de mayor calidad que las sillas de oficina económicas. Los cojines del asiento y los cojines del respaldo pueden ser más gruesos o incluso contorneados para mejorar el ajuste. Algunas sillas ergonómicas tienen un soporte lumbar adicional integrado en el diseño.
Si tiene las piernas más cortas, puede bajar la silla y deslizar el respaldo hacia adelante para acortar la profundidad del asiento. Los reposabrazos se pueden levantar para apoyar los codos si tiene el torso largo. La clave de la comodidad es la capacidad de ajustar casi todos los componentes de las sillas para adaptarse a una variedad de tipos y tamaños de cuerpo.
Conclusión
Las sillas ergonómicas pueden mejorar el dolor de espalda al promover una postura sentada que permita una alineación adecuada de los hombros, las caderas y la columna. Esto reduce la tensión anormal en el cuerpo y previene posiciones dañinas como encorvarse y la cabeza hacia adelante.
La amplia capacidad de ajuste de las sillas ergonómicas permite a los usuarios lograr un ajuste más personalizado que las sillas estándar. Pueden ayudar con una amplia gama de afecciones musculoesqueléticas, incluido el dolor en el cuello, la espalda media y la espalda baja. Aunque las sillas ergonómicas suelen ser más caras que las sillas de oficina estándar, pueden tener un gran impacto en la productividad y la satisfacción laboral.
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